Un gran número de aves se han adaptado a vivir en nuestros castillos y fortalezas, estructuras mejor o peor conservadas que simulan su hábitat natural: roquedos y cortados. A mediados de enero de 2015 se ha observado dos de estas aves tan curiosas en el
Cerro de San Cristóbal en Estepa: La Collalba negra y el Avión roquero. En este complejo histórico encuentran su ecosistema propicio, con refugio y alimento, lo que demuestra que una buena conservación del patrimonio histórico de una ciudad repercute directamente en la biodiversidad relacionada.
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Cerro de San Cristóbal (Estepa) |
El Avión roquero (
Ptyonoprogne rupestris), es una pequeña ave que recuerda al Avión común aunque llama menos la atención al ojo inexperto por tener unos colores más discretos de tonos pardos sin contrastes. Suele ser el único representante de su familia, los
Hirundínidos (Golondrinas y aviones), que se puede ver en nuestra zona. Estos individuos que se dejan ver por el Cerro de San Cristóbal es muy probable que procedan del centro de Europa, ya que la población que nidifica en nuestras sierras pasan el invierno en el norte de África.
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Avión roquero |
La
Collalba negra (
Oneanthe leucura), esta es otra ave pequeña pero de gran vistosidad, con un plumaje negro muy lustroso. En estos momentos se encuentra invernando en el entorno de este gran monumento estepeño, seguiremos esta especie para demostrar su cría esta primavera, merece la pena escuchar su canto melodioso.
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Collalba negra |
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Collalba negra |
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