El pasado sábado 1 de febrero tuvo lugar la segunda de las Rutas Verdes por Estepa 2020 organizadas por el Grupo Ornitológico Zamalla en Estepa (Sevilla), en esta ocasión hablamos de los árboles singulares y únicos que tenemos en la ciudad así como bosquetes y alienaciones de arbolado urbano muy curiosos. Y nos trasladamos al Parque Príncipe de Asturias para realizar un interesante recorrido por los ejemplares singulares que habitan este parque.
Hablamos de árboles icónicos como el Laurel de la Torralba y su leyenda, ejemplares que solo existen un único ejemplar en Estepa, los árboles más altos, los más longevos, arbustos que se han convertido en árboles, los almendros centenarios y de espectacular floración de la Sierra del Becerrero y de los Tajillos y muchas más curiosidades
Con esta recorrido nos acercamos a un patrimonio natural de todos los estepeños como es el arbolado público y conseguimos ver a estos seres majestuosos como parte del pueblo y no como meras estructuras fijas e inertes. Los árboles depuran la contaminación de la atmósfera urbana, mejora la calidad de vida, intervienen en la salud de los habitantes, alivian las altas temperaturas, mejora el aspecto del pueblo contribuyendo al turismo, nos ahorran gasto en energía, fomenta la biodiversidad urbana y un centenar de ventajas más. Para el Grupo Ornitológico Zamalla son vitales porque albergan numerosas especies de avifauna así como el apoyo para la instalación de nuestras cajas nido, como curiosidad el bosque singular de pinos carrascos del Cerro de San Cristóbal alberga la única población urbana de piquituerto y carbonero garrapinos de la provincia de Sevilla.
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